Pensaba que yo era tu Romeo
Pensaba que tú eras mi Julieta
Creía en nuestro amor verdadero
Pero solo era tu triste marioneta
Atrincherado en el bar me quedaré
Sufriendo las heridas y consecuencias
Tus heridas poco a poco cicatrizaré
A base de tragos llegará mi sentencia
Tú, siempre libre como las amapolas
Y yo, apresado por culpa de tu belleza
Me iría al mar a ver el vaivén de las olas
Pero me recuerdan a ti y me inunda la tristeza
Mi amor por ti es una tragicomedia
Es el análogo de una historia de verdad
Estoy destinado al sufrimiento, querida
Y espero que la muerte me brinde libertad
Hay veces que, después de leer tu poesía, no puedo más que preguntarme, ¿De verdad guardas tanto dolor en ti?
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