Un Mismo Olvido

Cadenas ancladas al pasado.
Recuerdos atados al suelo.
Una imagen, puede que... un olor,
constante presencia de tu dolor.

Viaje unidireccional en el tiempo.
visto a través del filtro perfecto.
Creando quimeras, que en el presente,
como consecuencia, son llanto recurrente.

Maldigo esas casualidades de la vida
que nos guían a recordar,
una época de nuestro pasado,
que no merece la pena invocar.

Óyeme, disfrútame, y olvídame
Nos conocimos, ¿y qué somos ahora?
Solamente dos extraños, dos canciones,
con un mismo destino, un mismo olvido.

Encadenado

¿Qué inicio? ¿Qué final?

Mires por donde lo mires
por mucho que te esfuerces
todo acabará igual de mal

El camino es lo divertido
el final, sin embargo, no lo será
me recreo en mi tiempo vivido
pasado perdido en alterna realidad

La cadena que pesa en tu cuello
te priva de toda tu libertad
levántate y tírala al suelo
date cuenta que todo es opcional

Corre, salta y vuela
no te ates nunca más
sopla el viento en tu vela
ni se te ocurra mirar atrás


No queda nada aquí para ti. Tampoco para mi. Y nunca lo quedará.
No gastes tu tiempo en reflejos, ilusiones, espejismos. Cenizas
de un fénix que no revivirá. No construyas tu futuro en quimeras
invisibles. No me vuelvas a buscar

Huir, ¿a dónde?

Sígueme mar adentro,

donde no sopla el viento.

Protegido por las olas,

no me dejes morir a solas.

Sígueme a la ciudadela,

donde las luces me desvelan.

Protegido por el anonimato,

por el día bueno y por la noche malo.

Sígueme a la montaña,

donde la gente no me engaña.

Protegido por su soledad,

encuentro un nuevo templo en paz.

Sígueme si quieres. Sígueme.

Siempre huyendo, y ya no sé a donde huir

Sígueme si puedes. Sígueme.

Siempre huyendo, y siempre huyendo de mi. 

Mi maga de oz

¿Quien me ha pintado las baldosas amarillas de gris?
Aquel quien lo hizo no me quiso ver ser feliz.
La senda de los sueños que un día se abrió ante mi,
hoy se cierra a cal y canto sin poderlo impedir.

No tengo ni corazón, ni valor, ni cerebro,
ni un perro que me mantenga lo suficiente cuerdo.
No tengo tiempo, ni modos, ni ganas.
Todo lo que tengo es un cofre de ilusiones vanas

Y busco una maga  que me ayude a mejorar
pero que sepa ella que para ello se tiene que esforzar.
Y busco a la bruja buena que me devuelva mi dignidad,
que se halla perdida en el fango de mis ganas de llorar.

Amanecerá un nuevo día aunque no haya camino.
Se pondrá el sol a pesar de mi falta de cordura.
Saldrá la luna para alumbrarme las noches más oscuras.
Y se acabará cerrando mi telón, al final de cada actuación.

Urki

Adiós amigo mio, me alegro de haberte conocido.
Espero que me recuerdes por mucho tiempo.
Y que algún día, cuando yo también quede dormido,
pueda buscarte, encontrarte, y quedarme contigo

Tu has sido mi más fiel compañero. Sobran las palabras.
Espero que, por lo menos, a gusto hayas vivido.
Y que si algo hice mal, estoy seguro que me sabrás perdonar.
Te quiero Urki, te quiero. Y siempre te he querido.

Locura

No supe abrazar con suficiente firmeza la cordura.

Ahora atrapado dentro de mi propia pesadilla,

donde las leyes de la física no rigen como solían,

me auto destruyo buscando a mi enfermedad una cura

Oí que la locura es contagiosa, y temo por los demás.

Que se alejen de mi, si quieren conservar su juicio,

que me dejen a solas... que me dejen con mi vicio.

Una perdición de la que no querrán oír hablar.

No me dieron la opción de elegir.

Jamás habría elegido esta condena.

Una maldición con nombre de libertad.

Tengo miedo, pero lo venceré.

No sin adaptar la maldad.

No sin volver a nacer.

Castillo en las nubes

Hice un castillo en las nubes,
con sólidos cimientos de cristal.
Navegué en cualquier dirección.
Allí arriba todo me daba igual.

Me dormía en los mullidos cúmulos.
El viento me decía donde viajar.
Mi vida era como un sueño.
Como un sueño, no era verdad.

Una vez abiertos los ojos
pude ver la cruda realidad.
Estaba atrapado en una cama,
en una sala blanca de hospital.

"Hospital psiquiátrico de ciudad libertad"
creí haber escapado de allí tiempo atrás.
No es mentira, os digo que es verdad.
Yo sigo allí arriba, donde todo me da igual.

Velada

Escúchame, no te hagas la sorda.
Hay algo que te tengo que decir
y es que si te quito la ropa
no es para que te vuelvas a vestir

Aún queda vino en tu copa,
las velas se empiezan a derretir.
Se pone interesante la cosa,
nos empezamos a divertir.

Hoy en tu cama, mañana en la mía.
También me vale en el sofá, o en la cocina.
Mañana pecaremos como lo hicimos ayer,
y hoy como si no volviese a suceder.

Tú y yo. Piel con piel.
Tú y yo. Ella y él.
Tú y yo. Abrázame
Tú y yo. Quiéreme.