Cadenas ancladas al pasado.
Recuerdos atados al suelo.
Una imagen, puede que... un olor,
constante presencia de tu dolor.
Viaje unidireccional en el tiempo.
visto a través del filtro perfecto.
Creando quimeras, que en el presente,
como consecuencia, son llanto recurrente.
Maldigo esas casualidades de la vida
que nos guían a recordar,
una época de nuestro pasado,
que no merece la pena invocar.
Óyeme, disfrútame, y olvídame
Nos conocimos, ¿y qué somos ahora?
Solamente dos extraños, dos canciones,
con un mismo destino, un mismo olvido.